miércoles, 5 de enero de 2011

Una nota sobre el comportamiento alimenticio en los paseriformes


Es sabido que la energía que utilizan las aves procede del alimento ingerido y la misma es destinada o utilizada para diferentes propósitos:


  • mantener la temperatura corporal (endotermia).

  • mantener en buen estado las estructuras corporales.

  • digestión.

  • el desplazamiento (bucear, volar, etc...).

  • el desarrollo y crecimiento.

Además del desigual aporte energético de los alimentos, cabe señalar que el tamaño del ave juega un importante papel de cara a los requerimientos tróficos de la especie en cuestión. Cuanto mayor sea el tamaño de un ave, mayor es la necesidad de alimento, pues la actividad metabólica es mayor y el mantenimiento de las estructuras corporales así lo requiere (por ejemplo, la sustitución del plumaje). Sin embargo, se sabe que los requerimientos tróficos de las especies descienden proporcionalmente al aumentar el tamaño del ave. Este hecho explicaría perfectamente la constante búsqueda en invierno de alimento por parte de muchos paseriformes. Estudios hablan de que emplean cerca de un 90-95 % de su tiempo a la tarea de la búsqueda de alimento.


Lo arriba explicado se observa perfectamente durante estos días en las Marismas de Txingudi. Herrerillos, carboneros, mitos, petirrojos, zorzales, mirlos, pinzones, jilgueros, camachuelos, lúganos, etc... se dedican en exclusiva a alimentación (principalmente semillas, pues energéticamente hablando es un alimento muy rentable).

Un saludo.

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